domingo, octubre 25, 2009

LOS REYES DE LAS SEVILLANAS

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Sin duda merecen sobradamente este título. Primero porque su apellido ya era toda una premonición, y segundo porque enseñorearon las sevillanas por todo el mundo antes de que el boom de las sevillanas, que estaba por venir, llegara ni siquiera a atisbarse.

Los hermanos Reyes, Diego y Miguel de los Reyes Mínguez, tomaron el testigo de los hermanos Toronjo y grabaron también discos por sevillanas. Pero no unos discos cualquiera con unas sevillanas cualquiera. Diego y Miguel le dieron un giro radical a las sevillanas y sentaron las bases de lo que en lo sucesivo serían las sevillanas modernas, totalmente alejadas del modelo encorsetado que habían tenido hasta ese momento. Y quizás sin ser plenamente conscientes de ello, mientras sus prodigiosas voces iban desgranando nuevas sevillanas con nuevos temas, iban poniendo los cimientos de lo que vendría después. Esos cimientos sirvieron para que los grandes maestros de las sevillanas, que estaban próximos a llegar, pudieran construir sólidamente encima de ellos.




Cuando Los Reyes hacían que todo el mundo cantara las peripecias de dos caballos que se amaron, y se emocionara con un lirio peregrino que iban a pisar los bueyes, estaban sentando las bases de las sevillanas modernas, y marcándoles a sus sucesores los grandes temas sobre los que las sevillanas deberían versar: el amor, el Rocío (la Virgen, su entorno y el camino) y Sevilla (sus monumentos, sus tradiciones, su belleza). La gran mayoría de las sevillanas de los Reyes y toda la producción posterior hasta nuestros días han versado sobre estos temas.

Pero además, los Reyes revolucionaron totalmente el concepto musical de las sevillanas. No solamente diversificando las melodías hasta conseguir que no se repitiera la misma en dos o más sevillanas, cosa que había sido habitual hasta entonces, sino también introduciendo cambios drásticos, pero estéticamente impecables, en la métrica de los versos, y en especial en los estribillos.

Ni yo tengo los conocimientos suficientes de música para poder versar sobre esto más allá de mi entusiasmo de forofo de las sevillanas, ni puedo extenderme más sobre el asunto. Seguramente ya habrá lugar más adelante, y quizás alguien pueda plasmar técnicamente esto que como simple entusiasta elevo a palabra de ley.

Todas las cosas son discutibles en este mundo. Y como sé que alguien podrá discutirme lo que hasta aquí he escrito, quiero hacer otra afirmación, que lógicamente puede ser también objeto de discrepancia, pero es lo que pienso. La voz de Diego de los Reyes ha sido la más prodigiosa que el mundo de las sevillanas ha contemplado en toda su historia. Quizás algún día llegue al mundo de las sevillanas algún monstruo que la iguale, pero hasta ahora eso no se ha producido.

Los ví cantar a ambos. Tuve la dicha de ver un día cantar solo a Diego cuando ya se habían separado artisticamente en la desaparecida sala de fiesta El Oasis. Y también, en la desaparecida sala Vista Alegre vi un día a Diego acompañado de un cantante de Castilleja llamado Ginés con quien cantó poco tiempo, en no se que intento de lograr una voz que le acompañara, quizás echando de menos la voz de su hermano, ya que desde luego no le hacía falta acompañamiento.Ya por estos años, y como consecuencia de sus dolencias, la poderosa voz de Diego había experimentado quebranto.

Más tarde, en el bar que Miguel tuvo en Castilleja, tuve ocasión de comprobar que Miguel, que hoy todavía canta en petit comité para sus amigos, tiene también una fabulosa voz. Una voz que siempre competía por llegar a la altura de la de su hermano pero que quedaba en segundo plano ante la potencia de aquella cuando cantaban juntos.

Vaya desde aqui este pequeño homenaje a Los Reyes de las sevillanas, que tantas satisfaciones me han dado y me siguen dando en esta vida, cada vez que los oigo. Mientras las sevillanas sean oídas, estimadas y queridas en todo el mundo, sus voces seguirán oyéndose, porque el mundo de las sevillanas no es entendible sin ellos.




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