sábado, octubre 31, 2009

EL TROVADOR DE SEVILLA

| |

Añorando yo muchas cosas de la Sevilla de antes, no es extraño que admire al Pali. En realidad no soy más que uno de muchos, ya que el Pali tiene muchos admiradores. No en balde era conocido por toda Sevilla.

El Pali trajo hasta nosotros, generaciones posteriores a él, recuerdos de cosas de Sevilla perdidas en el tiempo. Hoy en día es fácil, a través de Internet rescatar antigüedades tales como lugares, tradiciones e incluso leyendas. Pero en la época en que El Pali ejerció su magisterio, muchos supieron de cosas que hasta aquel momento ni habían oído nombrar.

“Sevilla tuvo hace tiempo, teatros y cafés cantantes”. Gracias al Pali supimos que en Sevilla existieron locales como el Kursaal, el Llorens y el Novedades.

“En el ala te llama, Pepe Valencia”. Conocimos a este desconocido para el gran público cantaor de saetas.

“Y se posara en mis hojas, la saetas de la Marta”. Y esta otra saetera de la Macarena

“La gracia de Manolín, Carabolso y Escalera”. Personajes que seguramente hubieran caído en el olvido de no ser por él.

“Vaya pateros con arte, El Colino y el Corneta”. Costaleros de la Macarena

Gracias al Pali, como digo, conocimos a multitud de personajes de la Sevilla antigua. Pero no solo personajes. Conocimos lugares, anécdotas y hechos. Conocimos que sobre Sevilla sobrevolaba un zeppelín, que un día la calle San Fernando estuvo llena de cigarreras, las tabernas de Triana y la barca de Tomares. Y también conocimos gente totalmente anónima, gente del pueblo, como esa Malena que tenía un puestecillo, o un maletilla que vendía viseras y una bailaora de novedades que ya viejecita se puso a vender agua.

Todo esto lo conocen ahora las generaciones más jóvenes también, y lo conocerán las venideras. Pero ellos ya no podrán conocer al artista. Yo tuve la suerte de conocer al Pali. No era propiamente amigo mío, pero era hermano del Baratillo igual que yo, y lo conocí y charlé con él en algunas ocasiones. El Pali era un pozo de sabiduría; de esa sabiduría que adquieren las personas mayores amantes de su tierra y las tradiciones. Y el Pali amaba Sevilla y sus cosas. También amaba el Rocío, y el Corpus y la Virgen de los Reyes, e incluso la Feria. Pero con lo que de verdad moría el Pali era con la Semana Santa, y en especial con su Piedad y su Caridad.


Ya no veremos nunca más su figura sentado al revés en su silla a la puerta de su casa. Cierto día le dije:
-Pali, todo el mundo te saluda
- Si, y yo les devuelvo el saludo a todos
- Está claro que todos te conocen a ti, pero tú ¿devuelves el saludo a todos, o solo a los que conoces?
-Tengo que devolvérselo a todos, porque como no veo bien, no se a quién conozco y a quién no.

El  Pali era además un amante de la buena mesa. Una comida como Dios manda, sobre todo en abundancia, regada por un buen vinillo eran otra de sus debilidades. Cierto día, tomando algo, y hablando de comida, se le ocurrió un chiste con el que me reí mucho y que recuerdo con especial agrado andado el tiempo.

-A un acusado, le pregunta el Juez-
-¿Cómo se llamaba su mujer?
-Magdalena
-¿Y de apellido?
-Ortiz
Magdalena Ortiz, por eso me la comí.

El Pali tenía también, como los personajes a los que glosaba en sus sevillanas, esa gracia pajolera. Pero sobre todo el Pali era una persona sencilla. Un sevillano  como hay tantos que tuvo la inmensa suerte de tener una voz privilegiada para plasmar en el cante por sevillanas sus experiencias, sus añoranzas, sus recuerdos.

El Pali disfrutaba con y en su entorno. El Postigo, El Baratillo, La casa de la Moneda, las tabernas de calle Adriano, Casa Vicente. Eran sus lugares. Los lugares de su barrio al que tanto quiso. Cantó a todo aquello que en Sevilla mereciera ser cantado, y como legado nos dejó sus sevillanas, y también recomendaciones a la hora de su muerte, como que no le llorara Sevilla “el día que yo me muera”. Y siguiendo su mandato, Sevilla no le llora sino todo lo contrario, se sigue alegrando con sus sevillanas. Esas sevillanas de cuya historia Paco Palacios "El Pali" forma parte indeleble, ya que su nombre está escrito junto a los de los más grandes del género.

Gocen de su cante, porque El Pali es un personaje irrepetible.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Custom content