domingo, mayo 30, 2010

DE TABERNAS, BARES Y LUPANARES(III)

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En la España franquista el sexo era algo completamente tabú; por eso no es de extrañar que se llegara a la pubertad y se comenzara a sentir la llamada de la naturaleza sin saber absolutamente de qué iban todos aquellos cambios que se empezaban a desarrollar en los cuerpos; sin haber oído ni tan siquiera de pasada, que esas cosas de mayores tendrían que llegar tarde o temprano. Y un buen día, los ayer chiquillos entretenidos en sus juegos comienzan a ser muchachos y a interesarse por el sexo. Y comienzas a enterarte de que hay sitios donde se negocia con el sexo, y esos sitios te llaman poderosamente la atención. No se trata de ir a hacer nada en esos sitios porque ni tan siquiera tienes claro de qué va todo eso, pero sí se trata de un deseo ferviente de echar un vistazo, de ver qué se cuece allí.

En realidad de lo que quiero hablar aquí es de aquellos sitios que marcaron época en la Sevilla de los 60. El sexo se practicaba sin duda en muchos sitios, ya que uno escuchaba hablar de las casas de putas (casas de tratos se decía en mi casa), y al parecer existían muchas casas de estas de tapadillo, pero no son el objeto de este escrito y sí el de aquellos locales abiertos al público, donde pese a estar prohibida se ejercía la prostitución bajo la excusa de que eran salas de fiestas y actuaciones, aunque si que solía haber fiesta y actuaciones, y en  algunos casos incluso fastuosos espectáculos. Estos son aquellos sitios de los que me acuerdo, y me acuerdo porque en cualquier época de mi vida atraído por esa curiosidad innata de la que hablaba antes los visité y visioné el espectáculo. Son los que relaciono a continuación, y con ello, rindo un homenaje a aquellos templos del buen gusto que más tarde comenzaron a ser sustituidos por las llamadas whiskerías, ejemplo en muchos casos de la chabacanería y del correr fácil de sustancias poco apropiadas.

LA MARINA.- La Marina era un bar y restaurante situado en el Paseo de Colón. Sin embargo tenía truco. La parte trasera del bar daba a la calle Velarde, y desde allí partía una escalera hacia la parte alta del bar. Recuerdo muy bien la primera vez que subí aquella escalera y abrí la puerta. Éramos varios mozalbetes, en realidad todavía casi  chiquillos, que nos habíamos atrevido a ir a ver qué había allí atraídos por los rumores que nos llegaban a los que ya comenzábamos a pollear. Detrás de aquella puerta, por primera vez en mi vida, se me ofreció una visión espectacular. Un salón muy grande, diáfano, donde frente por frente a la puerta había una barra grande en la que había mujeres apostadas (todavía era temprano y no había comenzado la acción). El salón derrochaba lujo, o al menos a mi me pareció así, acostumbrado a la vida con estrecheces de aquellos años. Fue sólo un momento; el transcurrido desde que abrimos hasta que inmediatamente salió alguien a echarnos; pero fue toda una revelación, la demostración de que era verdad que ese mundo existía y ahora al menos sabíamos (más o menos) como era.



LA VENTA MARCELINO.- En la carretera de Cádiz, poco antes de llegar a Bellavista, estuvo esta venta que era todo un referente de las madrugadas sevillanas. Estuve sólo una vez a tomar una copa, ya que en realidad era un sitio que pillaba algo lejos si no tenías coche.

LAS SIETE PUERTAS.- Decía el Pali en una de sus sevillanas “Alameda bonita, tu no me llores, porque te hayan cerrado tus Majarones. Ponte contenta, porque todavía existe, tus Siete Puertas”. Yo no conocí las Siete Puertas en pleno apogeo. Estuve allí un día tomando una copa y por conocerlo cuando ya había dejado de ser lupanar y era un local de copas donde había billares. ¡Ay Pali, si levantaras la cabeza y vieras que aquello está ya convertido en apartamentos! Al menos han tenido el detalle de conservar los azulejos originales en su fachada.


 (Una curiosa foto de la barra de la Siete Puertas)

Las siete puertas fue el establecimiento de este tipo que más perduró en el tiempo en la zona de la Alameda, que en los años anteriores a la guerra civil se había convertido en la zona de ocio por excelencia de Sevilla.

EL OASIS.- En la carretera de la Esclusa; en tiempos recientes este local ha sido discoteca. Estuve allí dos veces, una de ellas viendo actuar a Diego de los Reyes.

VISTA ALEGRE.- En la carretera de Málaga, antes de llegar a Santa Aurela; esta sala también ha sido posteriormente discoteca en otras etapas. No la conocí como sala de espectáculos, aunque si que posteriormente fui un día a ver cantar a Diego de los Reyes y Ginés, y tuve ocasión de conocerla.

VIÑA BLANCA.- En la calle Feria, esquina a Plaza de los Carros; éste ha sido uno de los lupanares que más permaneció en el tiempo, ya que cerró no hace en realidad tantos años. A su entrada había una barra y un acceso a la sala de espectáculos, que era tremendamente curiosa, ya que simulaba a los antiguos corrales de comedias: una “nave” central con un patio con mesas individuales alrededor del escenario y en la planta alta como plateas que en realidad eran apartados para ver el espectáculo en agradable compañía, y lógicamente mediante pago de botellas de cava a precios de oro.

LA CONGA.- Estuve una vez en la Conga, pero fue hace tanto tiempo que ni tan siquiera soy capaz de ubicar exactamente cual era su emplazamiento, aunque creo que estaba en la calle Jesús del Gran Poder. No lo recuerdo muy bien, aunque si que me acuerdo del escenario, y esto no es fácil que lo olvide, porque el día que fui sobre él actuaba y medio se despelotaba una rubia espectacular. Nada de despelote completo, que todavía Franco estaba vivo

Este es mi pequeño homenaje a aquellos locales. No puedo decir que los eche de menos, ya que nunca fui asiduo de ellos, pero si que creo que era cuanto menos agradable que el comercio del sexo se envolviera en el bello papel de celofán que representaba el espectáculo, sobre todo porque podías perfectamente ir a ver el espectáculo y tomar una copa sin más. Lejos de lo que pretendieron  posteriormente las whiskherías y hoy en día los llamados club plaza, donde el sexo es la parte fundamental y el espectáculo inexistente.
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sábado, mayo 29, 2010

LA TROCHA. OTROS TIEMPOS

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“Otros tiempos” es el nombre de una sevillana; una sevillana mítica. Curiosamente sólo los verdaderos amantes de las sevillanas la identificarán por este nombre pese a ser tan conocida. Para el gran público es desconocida por su auténtico nombre, pero la cosa cambiará si se dice que estamos hablando de “Canela pura”. Su verdadero nombre le viene del estribillo del último de sus palos

Mi pensamiento
Sin querer se me va
Para otros tiempos.

Es de otros tiempos que vamos a hablar aquí, efectivamente. Aquellos tiempos, allá por los 70 en que una sala llamada La Trocha era un templo dedicado al cante por sevillanas principalmente, aunque no exclusivamente, y un grupo del mismo nombre que la sala(¿o la sala era del mismo nombre que el grupo?) llamado Los de la Trocha triunfaba y era tremendamente popular junto a los mejores, Los Romeros de la Puebla, Amigos de Gines y Los Marismeños.




Sólo recuerdo una sevillana que glosara a aquella importante sala. En el disco de 1.972 de Los Romeros de la Puebla había una sevillana titulada “Plazas de Sevilla”, cuyo último palo decía así.

Taberna de la Trocha
Por San Leandro

Sevilla del Tenorio
Conventos blancos

Aquí se guarda
Un cachito de feria
Aquí se guarda
Por reliquias de cante
Y de guitarra

Más allá de que es curioso que a esta mítica sala sólo le hayan cantado en una ocasión que yo sepa, la fecha del disco nos refleja sus años de apogeo. Efectivamente La Trocha estaba por San Leandro, concretamente en la calle Imperial y sus años de mayor gloria son los correspondientes a los de la década de los 70, Por allí pasaron los mejores grupos de sevillanas de los 70 además de contar con artistas “en nómina” como Juana la del Revuelo y en una etapa posterior el mítico Paco Toronjo, así como el más tarde afamado Pepe Moreno en el baile. No sé exactamente el año de su cierre, aunque si sé que reabrió sus puertas años más tardes en la Ronda de Capuchinos, ya sin el éxito de la etapa anterior, y que posteriormente, en la década de los 90 su propietario de siempre, Manuel Bernal, todavía intentó relanzarla otra vez, ésta en la calle Gonzalo Bilbao, pero el público ya no estaba por las salas de sevillanas y tuvo que cerrar pronto.

Manuel Bernal era el “alma mater” de esta sala, y también del grupo del mismo nombre, que componían además el incombustible Antonio Valencina; un todo terreno de las sevillanas que más tarde recalaría en Amigos de Gines; Manolo Romano; que más tarde formó parte de Brumas en los primeros tiempos de este grupo; y Leonardo y Antonio(no recuerdo los apellidos de estos dos últimos; espero que alguien con buena memoria refresque la mía).

Los de la Trocha nos han legado para la historia de las sevillanas unos títulos que forman parte por su calidad y reconocimiento en su momento, así como en todos los tiempos por los habituales del género, de la historia de las sevillanas. El ya nombrado “Otros tiempos” o “Canela Pura, “Canto andaluz”, “Requiebro a Sevilla”,  “Cuando la feria termina”, “Pensamientos míos”, y sin duda su mayor éxito a nivel popular, “Fue tu querer”, la adaptación a las sevillanas del concierto de Aranjuez del maestro Rodrigo. Con respecto a esta última sevillana puede que haya mucha gente, en especial joven, que la haya escuchado versionada por otros grupos o solistas y estarán en un error respecto a su origen. Vaya desde aquí el homenaje a sus verdaderos intérpretes primitivos.

Los de la Trocha grabaron su primer disco en 1.973, como podemos ver fecha posterior al nacimiento de la sala, y grabaron un total de 11 Lps además de algunos singles. En 1.983 se separan, aunque reaparecen al año siguiente y graban un Lp en 1.984 bajo el nombre de “Canela Pura”. Con este nombre grabaron dos discos más hasta que después de un pequeño intervalo graban un último Lp en 1.989, otra vez con el nombre de Los de la Trocha, terminando con él su carrera.

Los de la Trocha interpretaron las sevillanas de forma verdaderamente peculiar. Sobre todo naturalidad. Lejos de todo el aparato musical que más tarde caracterizaría la música por sevillanas, las sevillanas más míticas de Los de la Trocha son 100% puras, fiel reflejo de las sevillanas clásicas.

Si Vd. es aficionado a las sevillanas, sobre todo si es aficionado joven, puede que no conozca a este grupo. No sabe lo que se está perdiendo.





Edito para dejar aquí un enlace de unas preciosas sevillanas que he subido a Goear, tanto por su musica como especialmente por su letra, y que el propio grupo Los de la Trocha dedicó al cierre de La Trocha de San leandro y posterior apertura en Capuchinos.

Ruego disculpen el sonido de fondo. Como deducirán facilmente es el ruído que produce la grabación de un antiguo disco de vinilo a un medio más moderno. Aunque algo molesto, es muchas veces la única forma de rescatar viejas joyas como ésta, y estoy seguro de quien sepa apreciarlas en lo que valen disculpará la pequeña molestia.



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