REUNIÓN CON NO-MADEJA-DO

Comunico a todos mis lectores, que por fin ha fructificado el proyecto de reunión con el grupo No-madeja-do, que comencé a gestar antes del verano.

La reunión será el próximo 7 de Noviembre a las 21 horas en la iglesia de la Lanzada. Puede asistir quien lo desee.

Aprovecho para enviar mi profundo agradecimiento a Manuel Gómez, hermano de la Lanzada y gran admirador también del grupo, sin cuya colaboración me hubiera sido totalmente imposible culminar con éxito este proyecto.

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SEVILLANAS ANTOLÓGICAS (VIII)

LA CHOZA DEL PLANETA.- Esta sevillana es del disco de Los romeros de la Puebla de 1.983, y he dado este salto en el tiempo para rendir un homenaje al autor de su letra, Juan de Dios Pareja-Obregón, que como ustedes ya sabrán nos ha dejado para irse a esas marismas azules, a ser ese rayo de luna de la marisma y su cielo.

Foto de la choza del planeta, obtenida de la web:http://www.rocio.com/cgi-bin/yabb/YaBB.cgi?board=documentacion;action=display;num=1100772183

Juan de Dios fue un hombre polifacético, que entregó su vida principalmente al mundo del toro y que aportó a la música letras salidas de su genial pluma. Nos ha dejado joyas tan preciosas como la letra de esta sevillana que les dejo, y que aunque traigo aquí ahora para rendir mi homenaje pensaba incorporarla a mi apartado de sevillanas incomprendidas ya que me parece que se encuadra dentro de esas sevillanas que son grandes, muy grandes, y que no obstante pasaron incomprensiblemente desapercibidas para el gran público. 

Juan de Dios ya está donde podrá ser ese rayo de luna marismeño que desde Gines (su tierra natal), y desde toda Andalucía, podremos ver los amantes del género y recordarlo. Descanse en paz.

PARA SER BUEN ROCIERO.- En el disco de Amigos de Gines de 1.971, destacó particularmente esta sevillana que era la pista 6. Se trataba de un LP de 12 sevillanas, desde mi punto de vista algo decepcionantes en su mayoría después del enorme éxito del LP de 1.970 y en especial de las cuatro sevillanas del single, pero claro, después de un éxito enorme siempre se espera el más difícil todavía al año siguiente, cosa que realmente no se produjo con este LP.

Y no quiero decir que el LP no tuviera sevillanas muy interesantes, como por ejemplo “El camino con Gines" o ”Los que se quedan”, pero no tuvieron el éxito necesario para ser sevillanas antológicas, al contrario de la que nos ocupa que sí representó un gran éxito.

LA ENCONTRÓ EN LA ROCINA.- Esta sevillana, más allá de su calidad, que la tiene, viene aquí por haber propiciado uno de los momentos más polémicos en la historia del Rocío.

Antes de ir con la historia en sí, quiero incidir en el hecho de la importancia de las sevillanas como vehículo de transmisión de sentimientos, y esta sevillana que resultó tan polémica en su momento lo demuestra plenamente.

La sevillana es del disco de 1.971 de Los romeros de la Puebla, y resucitó una vieja rivalidad: la existente entre manriqueños y almonteños por la pertenencia de la talla de la Virgen del Rocío. A decir verdad, la letra de la sevillana además de sacar la rivalidad a flote resultaba toda una reivindicación de la propiedad (al menos sentimentalmente) de la Virgen no ya solamente por las diferencias entre los dos pueblos, sino por considerarla propiedad de toda Andalucía que es quien la quiere y la venera. El resumen era: La Virgen está en Almonte, pero es de todos los rocieros.

Ya se sabe como son los almonteños para estas cosas, y que de ninguna forma consienten que la propiedad de la Virgen se ponga en duda, así que en respuesta a esta sevillana, el siguiente Lunes de Pentecostés al pasar la Virgen ante la hermandad de la Puebla del Río volvieron el paso en un claro desplante. Pueden vds. imaginar la que se formó. Hasta las autoridades eclesiásticas tuvieron que intervenir.

Martín Vega Sanz fue el autor de la polémica letra, y baste con decir para tener idea de la magnitud del conflicto, que tuvo que ir disfrazado durante unos años al Rocío para evitar ser reconocido. La verdad es que, desde mi punto de vista sin apasionamientos, esta sevillana representa más una reivindicación de la propiedad espiritual de todos los rocieros con respecto a la Virgen que una reivindicación en favor de la propiedad material de los manriqueños; lo que pasa es que Vega pone el dedo en una llaga dolorosa, aunque careciendo de rigor histórico y basándose en las leyendas forjadas alrededor de la talla de la Virgen, que no dejan de ser sólo eso: leyendas; y es por ello que la respuesta de los almonteños fue un poco desproporcionada desde mi punto de vista, porque mejor debieron de haber pensado que no ofende quien quiere sino quien puede, antes de realizar un desplante a todo un pueblo entero.

Lo cierto y verdad es que las sevillanas, a poco de nacer en su nueva dimensión histórica, ya comenzaron a ser importantes (además) por aquello que eran capaces de transmitir, y como hemos visto, cuando se tocan sentimientos profundamente arraigados la polea de transmisión se hacía grande hasta desembocar en agria polémica. Polémica que los propios Romeros de la Puebla trataron de zanjar en otra sevillana, al siguiente año, 1.972. Ya hablaremos de ello.

COMO TE QUIERE TRIANA.- Cuando falta una semana, “pa” salir de romería, en el barrio de Triana, hay rotura de alcancías.

En el disco de 1.971 de los Hermanos Reyes, la sevillana “Un halcón y una paloma” eclipsó totalmente con su gran éxito al resto. Esta que nos ocupa, cuya autoría es de Manuel Pareja-Obregón, es no obstante bastante conocida por las reediciones modernas que se han hecho de ella.

Cosillas de la Triana rociera, de los preparativos, del costo, de todo en fin lo que hay que tener en cuenta para irse al Rocío, especialmente cuando, como dice Juana la sorda, “no tenemos una gorda pero vamos al Rocío”.

Una sevillana realmente simpática, que no todo tiene por qué ser serio en el mundo de las sevillanas. Aquí se la dejo para que la disfruten.

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PROFESIONES Y OCUPACIONES PERDIDAS (V)

TRAPERO.-Cuando yo era un niño, no sé bien, supongo que con 7-8-9 años, había un personaje que me producía un terror tremendo; y no era otro que el trapero.

Para comenzar desde el principio de esta historia de terror hay que remontarse al individuo con el que las madres solían asustar a sus hijos en aquella época. El siempre socorrido hombre del saco era un aliado imprescindible de las madres para asustar a sus hijos cuando salían a la calle y querían que volviesen pronto, especialmente antes de oscurecer en invierno. Además, en ayuda del hombre del saco habían venido en el siglo XIX ciertos individuos asesinos a los que se llamó sacamantecas, aunque la realidad es que aquí se les decía "el mantequero".

¡No vayas a volver tarde, que de noche te coge el mantequero, que se lleva a los niños para hacer manteca con ellos!

Bien, pues el trapero que solía ir por mi barrio era un hombre bastante desaliñado, con barba mugrienta y el característico saco al hombro que solían llevar para guardar las cosas que le daban, o...¿qué compraban? En fin, asocien vds. la figura del hombre del saco y la del mantequero y ¿qué tendrán? Pues algo bastante parecido al trapero de mi barrio, por lo que no es extraño que me causara pavor.

Pero la verdad es que el trapero era un individuo que se ganaba la vida de calle en calle recogiendo cualquier cosa vieja que quisieran darle, y que posteriormente vendería supongo, aunque vaya vd. a saber dónde lo convertiría en dinero de cualquier otra forma.

En los capítulos del Chavo del 8, con los que tanto disfruté en su día cuando ya era un hombre, pude ver que en México este personaje tiene su contrapartida, aunque allí le llaman ropavejero.

PEÓN CAMINERO.- Esta sí que es una profesión que yo nunca vi ejercer ni conocí a nadie que la ejerciera. Tanto es así que no fue hasta bien pasada mi juventud cuando me enteré de que, en contra de lo que yo venía creyendo, los peones camineros no tenían nada que ver con los ferrocarriles, sino que eran los encargados de cuidar el estado de la carretera.

(Casilla peón caminero)

Todavía hace relativamente poco podía verse, por ejemplo en Bormujos antes de su espectacular crecimiento, la denominada casilla del peón caminero que no era otra cosa que una casa pequeña donde residía el peón y su familia. Supongo que quedará alguna en pie en algunos sitios.

MOZO DE ESTACIÓN O MALETERO.- Personaje imprescindible de las películas de época, en mis recuerdos está la figura de estos hombres que se caracterizaban por llevar una chaquetilla azul y que eran los encargados de transportar el equipaje de los viajeros que lo solicitaran desde el andén a la salida de la estación, y además intentaban sacarse algunas perrillas extras dándole al cliente una tarjeta de hostal o pensión debidamente identificada como de él para a posteriori poder cobrar una comisión por ello.

No es nada extraño que yo los recuerde, ya que tenía muy cerca de mi casa la (hoy convertida en centro comercial) estación de Córdoba, que por cierto todo el mundo la conocía por estación de Córdoba por mucho que hoy quieran recordarla como estación de Plaza de Armas, al igual que la estación de San Bernardo era la estación de Cádiz.

JEFE DE ESTACIÓN.- Este es otro personaje imprescindible de las películas de época, y afortunadamente gracias a ellas nuestros jóvenes pueden saber que esta figura existía en nuestra estaciones en aquellos momentos en que los trenes no estaban informatizados, sobre todo porque no se habían creado los ordenadores aún o no habían llegado a nuestro país.

El jefe de estación era la máxima autoridad dentro de la suya, aunque la gente lo suele identificar como el empleado que con una bandera daba las salidas a los trenes desde el andén, a fin de evitar que pudiera arrancar mientras alguien se estuviera montando.

Este fue uno de los muchos oficios que propiciaban los ferrocariles hoy desaparecidos, como el siguiente que les reseñaré en el próximo escrito y algunos más que nombraré en él.

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