ACCESORIA.-
Es ésta una palabra que se ha perdido en uno de sus significados,
concretamente en el que en el diccionario reza como: “Habitaciones
bajas que tienen entrada distinta y uso separado del resto del
edificio principal.”
Y
es el caso que en mi niñez se veía muchas de estas habitaciones que
estaban o en la misma fachada principal del edificio en cuestión o
incluso en su parte trasera. Para entendernos mejor, era como un
local comercial en un edifico, sólo que su uso era vecinal, para
vivienda, aunque también se destinaban a locales comerciales. De
hecho, tenían su propia indentificación a todos los efectos; por
ejemplo: calle Sol, 48 Acc.
Desconozco
si todavía pueda haber en Sevilla una de ellas,pero mis sagaces
lectores puede que lo sepan. Espero que si es así me lo hagan saber. Mientras tanto les dejo aquí una foto de la perfumería casa Saluita en la calle Almirante Apodaca 7, A en vez de Acc., pero algo es algo.
ALCANCÍA.-
Pues no, no se han perdido las alcancías; sólo es que han tornado
su bello nombre de procedencia árabe por el más sencillo de
pronunciar “hucha”. ¡Pero qué diferencia de una a otra!
Tal
vez usted se pregunte cómo es posible que un objeto tan cotidiano
sea de procedencia árabe y la respuesta simple es que las primeras
eran de barro, hechas en los talleres alfareros. Para que usted alcance
a ver la antigüedad de la necesidad de guardar dinero en una de
ellas baste con decir que es una palabra que Cervantes usa en el
Quijote.
Las alcancías antiguas, como ésta de las que le he dejado foto, eran muy comunes, ya que los Bancos regalaban una con cada cartilla de ahorros que se abriera a nombre de un niño Éso sí, se guardaban la llave para que cada vez que la alcancía necesitara abrirse se fuera al Banco a abrirla y se depositara el dinero en la cuenta. Antiguas técnicas de marketing de las que hoy se reirían los expertos sin duda.
CANCERBERO.-
Aunque francamente en desuso, es muy probable que la mayoría de
gente aficionada a fútbol sepa que se denominaba así a los porteros
de fútbol.
Realmente
no sé cómo los porteros de fútbol llegaron a denominarse de esta
forma, ya que aunque Cerbero era el perro de Hades (can-cerbero),
guardián del infierno, y la palabra se asocia con alguien que guarda
o vigila algo, no parece muy acertada la comparación del infierno
con una portería de fútbol. Claro que...a lo mejor para el
cancerbero sí es un verdadero infierno tener que defenderla.
BAMBA (Babucha).- La palabra bamba tiene diversas acepciones, pero yo la
recuerdo como se usaba en mi casa para denominar a las babuchas de
mi abuela. No eran las babuchas, sino las bambas.
El
caso es que en aquellos años 50-60, cuando la tiránica moda aún no
había impuesto su servilismo a las mujeres corrientes y en especial
a las de más edad, las señora mayores pasaban de los incómodos
zapatos y se compraban unas babuchas, normalmente negras, que tanto
les servían para andar por casa como para salir a la calle. Y su
nombre: BAMBA; palabra que ha dejado paso a otra no con nombre tan
regio como la que nos ocupa.
EL GUARDIA DE LA CAMPANA.- Cierro este escrito con una figura de la que
ya escribí en este blog, pero no para referirme a ella esta vez,
sino a una frase acuñada en torno a ella que se ha perdido
totalmente, esta vez no por caer en desuso, sino porque el guardia de
la campana desapareció.
El
caso es que de los muchos guardias urbanos que en Sevilla dirigían
el tráfico en aquellos años, el de la Campana adquirió una
significación notoria porque todo el mundo lo tenía en la boca ante
cualquier cosa un tanto incrédula. EJEMPLOS: “Éso no se lo cree
ni el guardia de la Campana” “Ahí va a ir el guardia de la
Campana” “Cuéntaselo al guardia de la Campana”.
Se
acercan, un año más, las fiestas navideñas. Y un año más, este
blog cubre una nueva etapa llegando al cierre de un ejercicio y yo me veo, como todos los años atrás, en la necesidad y también en la gran
alegría, de felicitar a todos mis lectores y desearles un feliz y
muy próspero año 2.016, que nos traerá nuevos escritos de
Sevillaymiscosas.
FELICES FIESTAS. FELIZ AÑO NUEVO. ¡DIVIÉRTANSE!