lunes, octubre 26, 2009

LOS CINES DE VERANO

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De vez en cuando, una vez o con suerte dos en semana, los niños descansábamos de los juegos callejeros, y si lográbamos reunir el suficiente dinero íbamos al gran protagonista de las noches de verano sevillanas: el cine. El de mi barrio era el Cinema Colón y estaba en la calle Segura. Pero era solo uno de los muchos cines de verano que en toda Sevilla proporcionaban distracción a los vecinos después de un largo día de calor.

La temporada abría con una película gratis (técnica de marketing de los años 60). No sé por qué razón, quizás porque la tuvieran en propiedad, la película gratuita con la que se abría la temporada era siempre Moby Dick. A mi  no me importaba que fuera siempre la misma, porque me gustaba mucho esa película. Me fascinaba el gesto siempre hosco y ceñudo de Gregory Peck en el papel del capitán Achab y cuando el vigía anunciaba desde su posición en el palo más alto del barco la visión de una ballena con las palabras “por allí resopla”.



A lo largo de la temporada, los chiquillos nos decantábamos por ver películas dirigidas a críos. Eran muy famosas “Los robinsones de los mares del sur”, “Polyanna” “Tu a Boston y yo a California” y los inevitables “Marcelino pan y vino” y “Fray Escoba”. Pero las que de verdad nos atraían con fuerza irresistible eran las películas verdes. Había películas que gozaban de fama de ser más verdes que las verdes, como por ejemplo “La gata sobre el tejado de zinc” donde podía verse a Liz Taylor en combinación, o “Fanny”, donde Leslie Caron quedaba embarazada, y realmente no me acuerdo ya por qué era tan verde. Las cosas de entonces, donde el simple hecho de ser catalogada la película como de mayores para 16 años (en aquella época sólo existían o autorizadas para todos los públicos, o para mayores de 16 años), nos hacía pensar que se verían en ellas cosas maravillosas, sin que cupiera en nuestra mente infantil que mamá censura no permitiría nada que se saliera de las normas de buena moral y costumbres. Además, por aquel entonces me extrañaba que a veces los porteros eran en ocasiones inflexibles y no dejaban pasar a nadie que pareciera un imberbe, y otras veces dejaban entrar a todos los chiquillos sin distinción. Con el tiempo comprendí que siendo el encargado del cine inspector de policía y los porteros policías armadas que echaban horas extras, deberían de estar bien informados sobre la posibilidad de que apareciera o no un inspector.

Pero la verdad es que muchas veces la película no importaba gran cosa. La gente iba al cine a echar el rato, a tomarse algo mientras veía la película, o simplemente a atiborrarse de pipas, garbancitos, chochos y cotufas que vendían en la selecta nevería (sic). Y también se pasaba bien cuando la gente silbaba con cada corte que se producía en la reproducción, o cuando la proyección se paraba y en ocasiones tardaba bastantes minutos en volver. Los silbidos y abucheos eran apoteósicos, sobre todo en General, que en eso también había clases y los cines se dividían en General y Preferencia, y representaban una diversión añadida a la de visionar la película. Por otra parte, los altavoces eran tan malos que en ocasiones la película no podía oírse bien.

Pero el cine de verano representaba toda una forma de vida de la Sevilla de aquellos tiempos. Forma de vida que la televisión primero, la playa y la especulación después y el aire acondicionado por último se encargaron de erradicar.

Para que los que no conocieron aquella época puedan hacerse una idea, pongo aquí aquellos cines de verano de los que me acuerdo. Seguro que me dejo bastantes atrás.

CINEMA COLON, ALFONSO XII, SANTA CATALINA E IDEAL en el centro

ALFARERÍA, EMPERADOR DE VERANO, AVENIDA DE VERANO, EVANGELISTA, ESTRELLA, SAN GONZALO Y SANTA CECILIA, en Triana


GRAN VIA, en Los Remedios

CINES PRADO Y OTRO QUE NO RECUERDO EL NOMBRE, en el Prado de San Sebastián

CINE PALMERA, en La Palmera

CINE ANDALUCIA, en Capuchinos

CINE PIO XII, en Pío XII.

Aunque ha habido intentos de recuperar aquella cultura (la Diputación abre todos los veranos un cine en Menéndez Pelayo), es imposible sacar las tradiciones de su contexto. Podrá haber otros cines de verano, pero ya no serán tan entrañables como aquellos

4 comentarios:

El cine Giralda en Triana donde hoy esta el mercado de El Tardon
El cine San Telmo, creo que en la plaza de Cuba donde está el Club Nautico
el cine San Jacinto donde hoy está la calle Santa Cecilia

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Del cine Giralda tengo un leve recuerdo a igual que del San Telmo, y el recuerdo es leve seguramente porque no llegué a conocerlos aunque pude saber de su existencia por la cartelera diaria, En cuanto al cine San jacinto, no lo recuerdo en absoluto.

Debo de suponer que estos tres cines que usted nombra eran de la década de los 50 y desaparecieron durante ella o en la primera mitad de los 60, ya que de otro modo me acordaría de ellos.

Gracias por su comentario

El cine San Juan Bosco en la Carretera Carmona y el cine Campoamor en la calle San Juan Bosco
En Torreblanca: Cine el Ranchito, Cine Moderno, Cine las Flores
En la Bda su eminencia el cine La Plata
En la Bda los Pajaritos el cine Pajaritos creo que se llamaba asi. era de tablas
El Cine Tivoli en la plaza del mismo nombre, también construido con tablas, se montaba y desmontaba todos los años.
Cine Santo Domingo en la zona de Nervion.

Alguien sabe dónde estaba el cine santa Cecilia

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