martes, noviembre 24, 2009

PEQUEÑAS GRANDES INCOMODIDADES(I)

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Incomodidades en aquella época de los 50 y 60 había muchas. Vistas desde la órbita de alguien de hoy, sin duda eran incomodidades grandes; grandiosas. Vistas desde la perspectiva del que las sufría en aquella época, no eran más que pequeños inconvenientes con los que había que torear a diario. Y esto era así porque no puede echarse de menos lo que no se conoce.

¿Dirán Vds. que a día de hoy no representaría una gran incomodidad despertarse muchas noches a media noche y ver que tienes múltiples ronchas por el cuerpo? Pero en aquellos tiempos la cosa estaba clara; las chinches habían hecho una incursión nocturna y habían encontrado un almacén en el que proveerse de sangre fresca: tu cuerpo.



Muchos jóvenes de hoy en día preguntan muy extrañados qué es una chinche cuando se habla de estas cosas. Evidentemente son insectos erradicados hoy en día de las casas modernas, aunque todavía existen. Desaparecían de día y aparecían durante la noche, motivo por el que era difícil localizarlos. Se escondían en las maderas principalmente. En casas donde las vigas, así como los llamados catres eran de madera, y los colchones de una especie de lana llamada borra donde también se escondían, eran difíciles de combatir.

¿No había pues productos para combatirlas?  Pues si que había, pero no parecían ser muy efectivos. Este aparato que reproduzco a continuación(no se su auténtico nombre) lo llamábamos el aparato del flit. Yo de niño creí que se llamaba así porque al usarlo hacía flischhhhhhh flischhhhhhhhhhh; pero de mayor me enteré que el Flit era una marca de insecticida para todo tipo de bichos incluidas las chinches. Sin embargo nunca hubo Flit en mi casa, pese a que aquello era el aparato del Flit; en mi casa lo que había era Cuchol, otro producto similar que de hecho hoy todavía existe la marca.



Es evidente que en la presencia de bichos de esta índole en las casas tenía que ver no solo la posibilidad de poder esconderse bien en las maderas y demás entresijos, sino también la higiene. Los conceptos de higiene de la época estaban muy por debajo de lo que hoy en día podría considerarse normal. Esto era lógico teniendo en cuenta que no había ni tan siquiera medios. Darse una ducha no era posible, porque las casas carecían de ella, y darse un baño era una operación en la que era necesario calentar agua suficiente para llenar un baño de cinc en el que cabía y no muy bien un chiquillo, pero con dificultad una persona mayor, por lo que no era extraño que los baños se hicieran solo una o dos veces en semana. Por otra parte a las mujeres les representaba un considerable trabajo lavar la ropa en los lebrillos de la época y su correspondiente refregador de madera, por lo que el cambio de muda no solía ser a diario como ocurre hoy en que solamente hay que poner una lavadora.

Si éstos eran los conceptos referentes a la higiene personal, pueden Vds. imaginar cómo eran los referentes a la casa, desde el momento en que las mujeres tenían que limpiar el suelo de rodillas con un cubo y una algofifa(así la llamábamos, aunque su nombre real es aljofifa), y a base de rodilla y muñecas. Los conceptos de higiene eran otros, los medios escasos y en algunos casos inexistentes. Con este panorama es fácil suponer que la limpieza que se llevaba a cabo en aquellas épocas era totalmente insuficiente con respecto a los cánones de hoy en día, pero como ya he dicho antes, no se puede hacer lo que no se conoce. No se puede lavar a lavadora sin lavadora, ni limpiar el suelo con fregona si no existía la fregona, ni usar excelentes productos de limpieza cuando lo que había era Zotal para desinfectar los WC y jabón verde para la ropa. Por no haber ni tan siquiera había WC en todas las casas, siendo lo normal uno común para varios vecinos. Pero de ésta y otras incomodidades de la época hablaré otro día.

Mientras tanto, si Vd. no conoció estos tiempos, pásmese con lo que aquí escribo. Aunque no se lo crea, estas incomodidades no nos amargaban en absoluto la vida; simplemente eran parte de ella.

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