Todo el mundo conoce a Amigos de Gines. Es un grupo de sevillanas que se ha dado a conocer a nivel mundial por la calidad y cantidad de sus sevillanas a lo largo de 40 años, pero, y sobre todo, por haber interpretado una sevillana mítica. Quizás la sevillana más conocida allende nuestras fronteras. Evidentemente hablo de la sevillana llamada “el adios”, o para que todos me entiendan, algo se muere en el alma; una sevillana que incluso cantó un Papa, y no solo en su viaje a Sevilla, sino también en otros sitios remotos. Pero lo que quizás no conoce tanta gente es la forma en que nace al mundo este grupo.
En 1.969, gente del pueblo de Gines con la inestimable colaboración del párroco de la localidad, gestaron unas sevillanas preciosas que en el verano de ese mismo año grabaron en un disco. Las sevillanas se llamaban genéricamente “el rosario por sevillanas”, y comprendía 15 sevillanas divididas en grupos de 5 con cada misterio del rosario, a saber, Sevillanas gozosas, Sevillanas dolorosas y Sevillanas gloriosas. Intérpretes: “El pueblo de Gines”, así, tal cual. Porque aquella polifonía que interpretaban estas sevillanas míticas era lo suficientemente representativa de todo el pueblo; por eso adoptó ese nombre. Además, este fue el claro precedente de la fuerte explosión que años más tarde representó la irrupción de los coros en el mundo de las sevillanas.
San Gabriel bajó del cielo, para anunciarle a María.
María llena de gracia, va a visitar a Isabel.
Que pase de mí este cáliz, dijo Cristo en su oración.
Pilatos quiere salvarlo, pero lo manda a azotar
Por la calle la amargura, viene ese manso cordero.
Este es el comienzo de algunas de las sevillanas incluidas en “El rosario por sevillanas”
En ese disco también venían incluidas cuatro sevillanas, “Cuando penetré en tu ermita”, “Para ser buen rociero”, “Pastor de la marisma” y la mítica “La vuelta del camino”, más conocida popularmente como lloran los pinos del coto. Estas sevillanas las interpretaban tres personas, a saber, Juan Antonio Hurtado, Alfredo Santiago y Luis Baras, quienes al año siguiente junto con Carlos Baras, grabaron el primer disco como Amigos de Gines.
Del rosario por sevillanas poco hay que decir. Son conocidas por buena parte del mundo cristiano, ya que incluso se han interpretado en la plaza de San Pedro de Roma, toda vez que es la única música no religiosa que ha sido reconocida por la Santa Iglesia como apta para serle representativa. Quien no conozca estas sevillanas debería de apurarse por conocerlas, ya que se está perdiendo unas sevillanas preciosas, que además forman parte por derecho propio de la historia. Y para quien arguya que no encuentra el disco original, les informo de que se ha reeditado en cd, y se vende en la iglesia parroquial de Gines.
De Amigos de Gines tampoco puedo decir mucho que no esté dicho ya. Parafraseándolos diré ¿Qué le digo yo a Amigos, que no le haya dicho nadie?”
Es difícil, muy difícil, que un grupo que pasó por varias entradas y salidas de integrantes hasta asentarse con los cuatro definitivos de hoy en día, siga después de 40 años en todo lo alto, y sin haber perdido ni un solo ápice de sus señas de identidad iniciales.
Comenzaron con muchas sevillanas socialmente reivindicativas,
Caireles de plata fina, señoritos de postín, darse cuenta que al Rocío, no se va “pa” presumir.
Cuando mueren los famosos, “toíto” el mundo lo lamenta, cuantos pobrecitos mueren y nadie los tiene en cuenta.
Rociero de alpargata, tu que pasas inadvertido, sin más compañía que el polvo, del camino del Rocío.
El Rocío. Este es el tema por excelencia al que canta Amigos de Gines. Era totalmente natural, ya que Gines es un pueblo eminentemente rociero. Naturalmente que le han cantado a todo; al amor, a Sevilla, a su pueblo, pero sobre todo al Rocío y a la Virgen rociera. Y seguramente seguirá siendo así por muchos años más.
Este grupo es uno de los grandes. Si no lo conoce lo suficientemente bien, no se lo pierda. Su producción es amplia y buenísima.
Os dejo aqui un enlace a unas sevillanas de sus inicios, una cosa linda de verdad
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