miércoles, junio 09, 2010

YA NO SE DICE. YA NO SE ESCUCHA (I)

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Hay frases que están en mi recuerdo, que se decían en mi casa cuando venía a pelo o que usaba la gente en general, y que no oigo hoy en día. Frases que el acervo popular había amasado, probablemente en el transcurso de muchos años, han caído hoy en desuso como consecuencia de la vorágine que todo lo devora en este mundo que vivimos en la actualidad.

Hoy en día todo pasa rápidamente. Si te compras un móvil al rato viene un amigo y te enseña otro que hace mil cosas más. Si es un televisor en un mes ves anunciándose otro que ofrece calidades de vídeo y audio superior al que tú adquiriste. En este mundo actual todo se queda antiguo con rapidez, y del mismo modo se han quedado antiguas las frases que voy a ir plasmando aquí en lo sucesivo, por un lado como homenaje a aquellos nuestros antepasados que las usaban, y por otra como recordatorio de que nada o casi nada es perdurable.

Quiero resaltar que estas frases, todas ellas forjadas por y para el pueblo, ostentan en sí mismas un buen hacer gramatical, en contraste con los usos de hoy en día donde “k” es “qué” y cosas similares de las que los jóvenes hacen uso y abuso no solamente en los mensajes de sus móviles, sino también y para nuestro desconsuelo, en los foros de Internet. Parece mentira que cuando un pueblo tiene por fin la enseñanza obligatoria y la plena escolarización como obligaciones recogidas constitucionalmente, sea cuando peor se hable y se escriba. En fin, vamos con las frases.

POR LA GLORIA DE COTON.- Esta era una frase que me causaba mucha gracia. Mi madre la empleaba cuando era necesario reafirmarse, en especial cuando nos reñía, pero al mismo tiempo el asunto no era tan importante como para jurar por algo verdaderamente serio. Ejemplo: “Pues como no te comas los chícharos, no sales esta tarde. Te lo juro por la gloria de Cotón”.

Siempre anduve intrigado con quién pudiera ser Cotón. Me sonaba a nombre romano, y pensaba que debía se ser un personaje importante, seguramente de la Roma antigua. Pero ni tan siquiera hoy en día, donde Internet es fuente de información amplia sobre cualquier tema he podido averiguar quién era el tal Cotón, por lo que he llegado a la conclusión de que tan poco importante como era jurar por su gloria debía de ser el tal personaje.

DAR UN AVENATE.- Esta frase se empleaba cuando alguien se volvía momentáneamente loco y hacía algo que era totalmente inusual en él y por lo general de carácter violento.Ejemplo: “Le dio un avenate y empezó a golpear la puerta”. 

Leo por aquí en Internet que esta frase se aplica a alguien que se vuelve momentáneamente loco y hace cosas tales como gritar, patear el suelo, etc. Sin embargo para esto ya existía otra frase, que es DAR UNA ALFERECIA. O sea, que según mi corto entender, dar un avenate se usaba cuando alguien se volvía loco y su locura terminaba con algún acto violento contra personas o cosas, mientras que sólo chillar y patear sin mediación de agresión era dar una alferecía.

SER MÁS FEO QUE PICIO.- Esta frase es muy famosa, y probablemente el tiempo no la ha tratado tan mal, ya que todavía se escucha. Al contrario que Cotón, Picio si es un personaje perfectamente localizado; un granadino del siglo XIX que fue condenado a muerte y que al ser indultado, no se sabe si de la alegría o de lo mucho que debería haber pasado pensando en su ejecución, comenzó a caérsele el pelo y los dientes y a llenársele la cara de granos y pústulas, quedando recogida su fealdad en una frase para la posteridad.

Aunque no exclusivamente, si que creo que la mayoría de estas frases que se inmortalizaron haciendo alusión a personajes reales son fruto del ingenio andaluz.

Entre frase y frase quiero entremeter también algunas palabras que al igual que las frases han quedado en el olvido, bien porque los cambios de costumbres las han relegado, o sencillamente porque el artilugio al que nombraban casi no existe, por ejemplo:

INFIERNILLO.- Algo tan poco común hoy era un objeto cotidiano en todas las casas antiguamente. El infiernillo era un pequeño artilugio por lo general cilíndrico que contenía una resistencia que se encendía al enchufarse y proporcionaba calor suficiente para calentar un café e incluso un cacharrillo de comida. En tiempos en que en muchas casas para hacer fuego era necesario el carbón, representaban una gran ayuda para calentar cosas rápidamente y/o de poca importancia.




PRETENDIENTE.- “Fulanita tiene un pretendiente”. “A la niña le ha salido un pretendiente”. Como su propio nombre indica esta frase era aplicable al que pretendía, pero aunque debiera de serlo a todo el que pretendía cualquier cosa, se usaba exclusivamente cuando un hombre, como paso previo al noviazgo, comenzaba a rondar a una mujer. De hecho una frase como RONDAR LA ACERA era inherente a los pretendientes y solían ir unidas una a la otra. Ejemplo: “A fulanita le ha salido un pretendiente”. “Si, si. Yo la otra noche lo vi rondando la acera”.

Espero que les esté gustando. En breve más.

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