lunes, junio 22, 2015

SEVILLANAS ANTOLÓGICAS (XXX)

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Y llegamos ya al fin de 1.983 y como les dije en mi anterior escrito he reservado lo mejor para esta ocasión. Es una especie de traca final con sevillanas tan grandes que todas ellas hubieran merecido el ser incluidas en mi apartado de sevillanas míticas, pero lo que de verdad me preocupa es las que dejo atrás, aquellas que también componían el disco de 1.983 de Los marismeños y Los romeros de la Puebla, que no les voy a traer hasta este apartado. Pero bueno, vamos con las que he considerado imprescindibles.

ESE LUNES DEL ROCÍO,. Esta sevillana abría el disco de Los marismeños, sevillana que además daba nombre genérico al disco. Narra las sensaciones que sucesivamente va experimentado un rociero agarrado a los varales de su Virgen. Lágrimas de emoción, amor y fe verdadera, sueño hecho realidad, la falta de fuerzas por el esfuerzo, los ojos nublados, la asfixia... Una sevillana grande con un tema grande.



Eduardo Fernández Jurado y Juanini fueron el dúo que dio vida a esta sevillana. Un dúo ciertamente grande, ya que suyas fueron muchas de las grandes composiciones de Los marismeños en aquellos años.


UNA ORACION ROCIERA .- Esta sevillana ha traspasado los límites de las sevillanas antológicas y si no la incluí en su día entre las míticas fue por un fallo imperdonable por mi parte.

Se trata de una oración rociera dedicada a un rociero, de un hijo a su padre. Y aunque el tema central sea el Rocío y las sensaciones rocieras de un hijo que recuerda los Rocíos pasados con su padre ya fallecido, estoy seguro de que puede verse reflejados en ella cualquier hombre que recuerde los detalles de toda una vida que le unieron a su padre,

Quien le enseñó el camino, quien le enseñó a vestirse, quien le contaba que un cazador la encontró en una encina, quien le enseñó la Salve, quien lloró agarrado a la reja con lágrimas que su hijo no entendía, quien lo metió bajo el paso...Dos hombres iguales.

Sin duda Feliciano Pérez, el autor y compositor de esta sevillana se cubrió de gloria con ella. Óiganla, porque ésta es una sevillana grandiosa; pero grandiosa de verdad.



AL LLEGAR LA AURORA.- También de Feliciano Pérez es esta sevillana de temática rociera, que narra cómo Andalucía vive y se prepara para su romería...Cuando llega Mayo.



A mí personalmente me encanta esta sevillana y aunque soy consciente de que puede no tener la grandeza de la anterior, tengo que recomendarles encarecidamente que la oigan y vean si les parece tan bonita como a mí.


MI BARCA VIVIO DE AMORES.- Esta otra sevillana, que es la última de Los marismeños que les traigo, tiene una peculiaridad muy especial. El dúo Jurado Juanini es, al igual que en la primera, el dúo que la alumbró, pero José Manuel Moya también debió de poner su granito de arena ya que la autoría es compartida por los tres

Seguramente todos nosotros hemos, en algún momento de nuestra vida, querido algo tanto que incluso hemos llegado a pensar que tiene vida propia y sentimientos. Ése es el argumento de esta sevillana, en el que un pescador habla de su barca, varada en la arena y de cómo durante su inactividad forzada vivió un romance de amor con las olas de la mar, que la besaban al pasar.

¡Qué sevillana tan bonita y sin embargo tan poco conocida! Aquí se la dejo.


TODO TERMINA EN LA VIDA.- Sevillanas de Diego Ibáñez y José Manuel Moya, de gran éxito en 1.983 y que curiosamente es una sevillana que Los romeros nombran en su sevillana de despedida, “Cantando decimos adios”.



Es ésta la historia de un amor que se rompe. El canto amargo de un amante al que han traicionado y dice adios, Hoy nuestro amor se acabó, se lo llevó para siempre el viento de tu traición.

¡Grandes Los romeros!


TABERNERO.- Nuevamente Diego Ibáñez y Moya y nuevamente un amante despechado, sólo que éste pretende aliviar su pena con la bebida. Tabernero, echa otra ronda de vino, que vengo herido de amores y me faltan ya las fuerzas.

Sevillana muy alegre donde las voces de Los romeros, en pleno auge, destacan con gran sensación de poderío y conjunción.


LA APUESTA.- Esta sevillana abría la cara B del disco y de nuevo su autoría se la adjudican al alimón Diego Ibáñez y José Manuel Moya.

Una porfía, una apuesta tabernaria de que tú a mis encantos te rendirías. Una sevillana de esas que dejan huella. Y al final, cara pagué la apuesta.


TÚ ME HACES LLORAR.- Esta última sevillana que les traigo, letra del padre Quevedo y música de Moya (al igual que la primera sevillana de la cara A, “Tengo en mi casa un tambor” que no les he traído en este escrito porque ya la incluí en en el apartado sevillanas míticas), es una de esas pocas sevillanas muy grandes y que sin embargo la gente no termina de identificar por su verdadero nombre. Ahora, si usted dice “Por Córdoba pasa el río” ya todo el mundo sabe de lo que hablamos.



Una sevillana preciosa. Si un día por mala suerte, cieguecito me quedara, mejor querría la muerte, que estar cerca de tu cara y mirar sin poder verte. La verdad es que el padre Quevedo escribe unas cosas que ponen los vellos de punta.


Espero que hayan disfrutado de la reseña de sevillanas antológicas correspondiente a 1.983. Pronto les escribiré sobre las de 1.984, aunque antes le daré un poco de cancha al apartado más cosas que se perdieron.

Gracias a todos mis lectores. Seguimos en la brecha.


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