Antes
de continuar con la reseña de las sevillanas antológicas
correspondientes a 1.983 es necesario que les vuelva a escribir a
todos mis lectores sobre la última reunión de Amigos de la
Pañoleta, aquel grupo que nació ahora hace algo más de un año y
que ha cubierto ya varias etapas, de las cuales informé sobre las
primeras, pero dejé de hacerlo por estarse convirtiendo en algo
frecuente y que, quizás por esta misma frecuencia, no representaban
en sí mismas algo que despertara el interés de mi lectores.
Pero
esta última, celebrada el sábado 9 de Mayo sí que se ha ganado el
derecho propio de ser considerada algo especial, y no por la calidad
de sus asistentes (que hubo mucha) sino por el lugar de su
celebración.
En
la Puebla del Río, en “El Soberao”, un lugar cuyas cuatro
paredes han escuchado durante 40 años las voces de los maestros
entre maestros, ensayando sus nuevas sevillanas para el próximo año,
y seguramente escuchando también otras muchas que quedaron en el olvido o fueron
a parar a manos de otros grupos para que no se desaprovecharan.
Cuatro paredes que quizás, oyeron algo más que canciones: Miles de
conversaciones entre ellos, hablando de su próxima actuación, de su
próximo disco, de sus ilusiones, incluso de algún que otro fracaso
o quizás también de sus discrepancias, que sin duda ha habido en
un periodo tan largo. Pero ellos aguantaron estoicamente todos los
vaivenes que una relación tan larga suele tener. Su amistad pudo con
todo y se convirtieron por derecho propio en los más grandes y con
ello forjaron una leyenda que pervivirá durante siglos.
Esas
mismas cuatro paredes nos recibieron el pasado sábado a nosotros, algo más de una veintena de privilegiados de los amigos de la Pañoleta y también a dos de sus visitantes
habituales, Faustino y Manolo Cabello, a quienes se homenajeó con un pequeño presente. Dio brillo a la reunión la
asistencia de los autores Miguel Zarza y Rafael Castañeda y el grupo Marisma. Los
hermanos Cabello se arrancaron con algunas de sus sevillanas, e
incluso los hijos de Faustino dejaron su impronta de grandes voces,
dignos herederos de su padre. Y aunque éramos sabedores de la
solemnidad de los muros que nos contemplaban, incluso tuvimos la
oportunidad de “profanarlos” un poquito, cantando también
nosotros, pobres mortales sevillaneros, algunas de nuestras queridas
sevillanas.
En
fin, que todos comimos, bebimos, cantamos y charlamos sobre la grandeza de
nuestro género y los males que le aquejan actualmente y al final
disfrutamos grandemente con las pinceladas que nos dejaron los
maestros. Es obligatorio dar las gracias a nuestro amigo Miguel Angel García Martín , quien en compañía de otros amigos de la Pañoleta se toman desinteresadamente el ingrato trabajo de organizarlo todo para que no falte de nada, aunque para ellos no resulta ingrato porque lo hacen con gran ilusión por su amor a nuestro incomparable género.
Para que ustedes también se deleiten, les dejo aquí un vídeo del amigo Manuel Felices sobre el particular.
Para que ustedes también se deleiten, les dejo aquí un vídeo del amigo Manuel Felices sobre el particular.
Continúo
ya con el venturoso año 1.983
EN
LA ERMITA ES PARA MORIR.- De nuevo Chiquetete por sevillanas en un LP
titulado “Mis sevillanas” donde brilló con luz propia esta
sevillana del padre Quevedo. poesía pura con una música brillante.
Y
con carita de sueño, ver a la Virgen salir. Seguro que les pondrá
carne de gallina.
POR
DIOS DOLORES.- Ecos de las marismas obtienen un gran éxito con esta
sevillana, pista 1 de su LP de 1.983 titulado “Cara y cruz de un
sentimiento”, que sólo contenía sevillanas en su cara A.
Con
letra de Paco Coria y música de Guillermo Calado, esta sevillana
bailable y con una historia intrascendente se convirtió en un gran
éxito aquel año y los posteriores de la década, y aún hoy en día
es apreciada y recordada por los aficionados.
¡Que ya no aguanto más pares y nones!
¡Que ya no aguanto más pares y nones!
Y...
LAS ARENAS.- Los mismos autores de la anterior dieron luz a esta
sevillana, también gran éxito de aquel año e igualmente sevillanas
apreciada y recordada que usted a buen seguro conocerá. Tal vez la
tenga un poco olvidada, pero yo se la dejo aquí para que refresque
su memoria.
Las
arenas dejan huella al caminante.
LAS
CIGARRERAS.- Esta sevillana en recuerdo de aquellas cigarreras de la
calle San Fernando, de la Sevilla de pregoneros, de la tasca de los
Majarones y los cantes del Gloria, del baile de Juana la Macarrona,
del tren de Alcalá... En fin, de todas aquellas cosas que el Pali nos
contó en sus sevillanas costumbristas, con la letra salida de su
propio ingenio y la música de su inseparable Federico Alonso Pernía.
CUANDO
YO MUERA.- Pista 8 de aquel LP que se tituló “Sevilla mía”,
esta sevillana fue sin duda la de mayor éxito de aquel año. A pesar
de tener la misma música de”Sevilla tuvo una niña” el
espléndido manifiesto del Pali sobre el día de su muerte y sus
deseos para tan triste acontecimiento representaron un éxito con el
que todo el mundo disfrutó y se entristeció al mismo tiempo.
“Quiero
que la gente diga, que mis últimas palabras, fue decir ¡VIVA
SEVILLA!”
¡Grande
El Pali!
LA
BARCA DE TOMARES.- Y pasamos de una sevillana triste a esta sevillana
alegre en la que el Pali versa sobre la existencia de una barca que
algún debió de comunicar este gran pueblo aljarafeño con Triana.
El
Pali, que no sólo tuvo recuerdos en sus sevillanas para las cosas de
su Sevilla sino también para una buena cantidad de pueblos,
incluidos algunos no sevillanos como por ejemplo La Línea de la Concepción.
SEVILLANAS PARA LOS MADRES.- El disco de Los de la O de 1.983 se tituló
Y...Sevilla, y en él tuvo especial relevancia esta sevillana de
autor poco conocido, J.L. Corchado, que elevaba un olé para las
madres.
Y
es que sin duda, por muchas sevillanas que se les dedique, las madres
del mundo no serán nunca lo suficientemente ensalzadas.
No se pierdan mi próximo escrito, donde seguiremos (y aún no daremos fin) a este prolífico año 1.983 que, a mi personalmente, me parece de una grandeza sublime.
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