jueves, mayo 14, 2015

SEVILLANAS ANTOLÓGICAS (XXVIII)

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Antes de continuar con la reseña de las sevillanas antológicas correspondientes a 1.983 es necesario que les vuelva a escribir a todos mis lectores sobre la última reunión de Amigos de la Pañoleta, aquel grupo que nació ahora hace algo más de un año y que ha cubierto ya varias etapas, de las cuales informé sobre las primeras, pero dejé de hacerlo por estarse convirtiendo en algo frecuente y que, quizás por esta misma frecuencia, no representaban en sí mismas algo que despertara el interés de mi lectores.

Pero esta última, celebrada el sábado 9 de Mayo sí que se ha ganado el derecho propio de ser considerada algo especial, y no por la calidad de sus asistentes (que hubo mucha) sino por el lugar de su celebración.

En la Puebla del Río, en “El Soberao”, un lugar cuyas cuatro paredes han escuchado durante 40 años las voces de los maestros entre maestros, ensayando sus nuevas sevillanas para el próximo año, y seguramente escuchando también otras muchas que quedaron en el olvido o fueron a parar a manos de otros grupos para que no se desaprovecharan. Cuatro paredes que quizás, oyeron algo más que canciones: Miles de conversaciones entre ellos, hablando de su próxima actuación, de su próximo disco, de sus ilusiones, incluso de algún que otro fracaso o quizás también de sus discrepancias, que sin duda ha habido en un periodo tan largo. Pero ellos aguantaron estoicamente todos los vaivenes que una relación tan larga suele tener. Su amistad pudo con todo y se convirtieron por derecho propio en los más grandes y con ello forjaron una leyenda que pervivirá durante siglos.

Esas mismas cuatro paredes nos recibieron el pasado sábado a nosotros, algo más de una veintena de privilegiados de los amigos de la Pañoleta y también a dos de sus visitantes habituales, Faustino y Manolo Cabello, a quienes se homenajeó con un pequeño presente. Dio brillo a la reunión la asistencia de los autores Miguel Zarza y Rafael Castañeda y el grupo Marisma. Los hermanos Cabello se arrancaron con algunas de sus sevillanas, e incluso los hijos de Faustino dejaron su impronta de grandes voces, dignos herederos de su padre. Y aunque éramos sabedores de la solemnidad de los muros que nos contemplaban, incluso tuvimos la oportunidad de “profanarlos” un poquito, cantando también nosotros, pobres mortales sevillaneros, algunas de nuestras queridas sevillanas.

En fin, que todos comimos, bebimos, cantamos  y charlamos sobre la grandeza de nuestro género y los males que le aquejan actualmente y al final disfrutamos grandemente con las pinceladas que nos dejaron los maestros. Es obligatorio dar las gracias a nuestro amigo Miguel Angel García Martín , quien en compañía de otros amigos de la Pañoleta se toman desinteresadamente el ingrato trabajo de organizarlo todo para que no falte de nada, aunque para ellos no resulta ingrato porque lo hacen con gran ilusión por su amor a nuestro incomparable género.

Para que ustedes también se deleiten, les dejo aquí un vídeo del amigo Manuel Felices sobre el particular.

                       


Continúo ya con el venturoso año 1.983

EN LA ERMITA ES PARA MORIR.- De nuevo Chiquetete por sevillanas en un LP titulado “Mis sevillanas” donde brilló con luz propia esta sevillana del padre Quevedo. poesía pura con una música brillante.




Y con carita de sueño, ver a la Virgen salir. Seguro que les pondrá carne de gallina.




POR DIOS DOLORES.- Ecos de las marismas obtienen un gran éxito con esta sevillana, pista 1 de su LP de 1.983 titulado “Cara y cruz de un sentimiento”, que sólo contenía sevillanas en su cara A.

Con letra de Paco Coria y música de Guillermo Calado, esta sevillana bailable y con una historia intrascendente se convirtió en un gran éxito aquel año y los posteriores de la década, y aún hoy en día es apreciada y recordada por los aficionados.

¡Que ya no aguanto más pares y nones!





Y... LAS ARENAS.- Los mismos autores de la anterior dieron luz a esta sevillana, también gran éxito de aquel año e igualmente sevillanas apreciada y recordada que usted a buen seguro conocerá. Tal vez la tenga un poco olvidada, pero yo se la dejo aquí para que refresque su memoria.




Las arenas dejan huella al caminante.



LAS CIGARRERAS.- Esta sevillana en recuerdo de aquellas cigarreras de la calle San Fernando, de la Sevilla de pregoneros, de la tasca de los Majarones y los cantes del Gloria, del baile de Juana la Macarrona, del tren de Alcalá... En fin, de todas aquellas cosas que el Pali nos contó en sus sevillanas costumbristas, con la letra salida de su propio ingenio y la música de su inseparable Federico Alonso Pernía.



CUANDO YO MUERA.- Pista 8 de aquel LP que se tituló “Sevilla mía”, esta sevillana fue sin duda la de mayor éxito de aquel año. A pesar de tener la misma música de”Sevilla tuvo una niña” el espléndido manifiesto del Pali sobre el día de su muerte y sus deseos para tan triste acontecimiento representaron un éxito con el que todo el mundo disfrutó y se entristeció al mismo tiempo.




Quiero que la gente diga, que mis últimas palabras, fue decir ¡VIVA SEVILLA!”

¡Grande El Pali!



LA BARCA DE TOMARES.- Y pasamos de una sevillana triste a esta sevillana alegre en la que el Pali versa sobre la existencia de una barca que algún debió de comunicar este gran pueblo aljarafeño con Triana.

El Pali, que no sólo tuvo recuerdos en sus sevillanas para las cosas de su Sevilla sino también para una buena cantidad de pueblos, incluidos algunos no sevillanos como por ejemplo La Línea de la Concepción.


SEVILLANAS PARA LOS MADRES.- El disco de Los de la O de 1.983 se tituló Y...Sevilla, y en él tuvo especial relevancia esta sevillana de autor poco conocido, J.L. Corchado, que elevaba un olé para las madres.




Y es que sin duda, por muchas sevillanas que se les dedique, las madres del mundo no serán nunca lo suficientemente ensalzadas. 


No se pierdan mi próximo escrito, donde seguiremos (y aún no daremos fin) a este prolífico año 1.983 que, a mi personalmente, me parece de una grandeza sublime. 



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