EL DOLOR DEL AMOR.-
Una sevillana grandiosa de Amigos de Gines, con la que abro el año
1,977.
Esta sevillana ha
sido muy versionada con posterioridad, y no ha sido poca la gente que
me he encontrado creyendo que originalmente era de María del Monte.
La boca de mi amante
agüita clara, para mi boca ardiente y enamorada. ¡Ay, qué dolor
del amor!
La letra es de un
viejo conocido, Paulino González, y la música de Gabriel Hurtado.
Estamos ante una de
las mejores sevillanas de Amigos de Gines. Grandiosa definición de
las sensaciones amorosas. La rosa y la espina del corazón.
SEVILLA DE MI NIÑEZ.-El Pali se
asienta definitivamente como uno de los intérpretes de referencia,
en solitario ante la creciente pujanza de los grupos que no dejan de
incorporarse, y saca en 1.977 un disco titulado Mi Sevilla, en el que
destacó sobremanera esta sevillana que les traigo ahora.
Estamos ante una de las sevillanas más
conocidas y cantadas de toda la discografía del Pali, en la que nos
sorprende recordando cosas antiguas de nuestra Sevilla, unas no tan
lejanas como los afiladores o los pianillos, de los que ya he hablado
en algún escrito en este blog hace ya tiempo, otras más lejanas
como el tío de la arropía, las guapas cigarreras o la banda de la
sopa, y por último algunas totalmente desconocidas, como “aquella
de aquel fandango que-te-brillan-las-espuelas”.
TOROS EN RONDA.- Al Pali le gustaba
mucho el mundo taurino. Por ello no es de extrañar que alguna de sus
sevillanas tengan que ver con los toros o los toreros e incluso que
más de una de ellas esté dedicada íntegramente a su afición. Éste
es el caso de esta sevillana llamada “Toros en Ronda”, en la que
El Pali hace un gran alarde definiendo una corrida en la centenaria
plaza de Ronda y en el siglo XVIII. Ahí es nada.
Quizás menos conocida que la anterior
a nivel popular, pero muy estimada por los aficionados, se la traigo
aquí para que la escuchen y se maravillen con el único e
inigualable estilo del Pali.
Y de paso, verá usted como se las
gastaban ya en aquel siglo...El señor Presidente no había llegado y
la culpa la tuvo una rondeña invitada en el palco de presidencia.
Ayer igual que hoy el asunto no tiene
enmienda.
NOSTALGIA DE AMOR.- En 1.977 Los de la
trocha nos traen un disco titulado “Piropeando por sevillanas”,
que sin duda tuvo un gran éxito. Incluía como ya hemos dicho en el
apartado “Sevillanas míticas” la famosa “Otros tiempos” más
conocida como Canela pura y también Canto andaluz.
Les traigo ahora aquí “Nostalgia de
amor”, una sevillana dedicada a un amor pasado del que se siente
nostalgia y al que se desea fervientemente volver.
Sevillana muy popular en su tiempo,
pero como prácticamente todo Lo de la trocha hoy en día, bastante
olvidada.
HUBO UN REY MORO.- Sevillana de Los de
la trocha, también del mismo disco y también muy olvidada hoy en
día, pero que se cantó y mucho en el momento de su aparición,
especialmente su primer palo.
Y es que todo el mundo se extasiaba
ante la historia del rey moro que a cambio de su cuerpo le dio un
tesoro a una cristiana. La verdad es que la sevillana es un canto a
un amor imposible. Un canto al amor que se siente (como hubiera dicho
Cervantes) por una ingrata, blanca por fuera y negra por dentro, con
piel de cordera, carita de rosa y alma de fiera.
Los de la Trocha era toda una
referencia en aquellos años, pese a ser tan poco conocido por las
nuevas generaciones.
LA BUENAVENTURA.- Del disco de 1.977 de
los hermanos Reyes es esta sevillana, muy conocida, y que junto con
la que reseñaré a continuación brilló con luz propia pese a que
ese disco fue en el que vio la luz la mítica “El tío del tambor”,
y al igual que ésta su autoría es del bollullero Paco Alba.
Una sevillana que posteriormente
versionó con gran éxito Raya Real y que hoy en día es una de las
más conocida y cantada de los Hermanos Reyes pese al paso de los
años.
SEÑORITO DEL ROCÍO.- Esta sevillana
también es tremendamente conocida. La grabaron al alimón (al igual
que “El tío del tambor”) Los hermanos Reyes y Los rocieros, pero
la de los Reyes llegó a alcanzar gran popularidad, no obstante ser
una gran versión la de Los rocieros.
Una sevillana que, como ya hicieron
otras anteriormente (recuérdese a Amigos de Gines), reivindica la
sencillez del rociero de corazón ante la arrogancia del señorito
que acude a la romería a lucirse.
Que no es más el que pregona su
arrogancia y gallardía. Hay que saber ser persona para andarse por
la vida.
Les dejo aquí la versión de Los rocieros.
Les dejo aquí la versión de Los rocieros.
PERDÓNALA.- Una de las sevillanas más
conocida de Los marismeños, que probablemente debí de haber
incluido en el apartado de sevillanas míticas, ya que estamos ante
una de las mejores (y no son pocas como usted estará viendo en este
blog) composiciones de Manuel Pareja-Obregón.
Hablo al puente de Triana, a la
corriente y al río.
Nuevamente alguien que lamenta un amor
imposible, pero en esta ocasión se añade un nuevo elemento: la
locura de amor. Quien canta se ha vuelto loco de amor y en su locura
le habla al puente, a la corriente, al río, a la luz de la mañana,
a la estrella y al rocío. Y en su locura ni sabe quien ha sido ni si
quiso a la gitana por la que perdió el sentido. Pero al final, le
pide a Dios que perdone a la causante de su locura, ya que ella
también ha sufrido. El momento de lucidez en la locura amorosa es
para pedir perdón por la amada, lo que demuestra la gran generosidad y grandeza de alma del ferviente enamorado. ¡Genial Pareja Obregón, como siempre! Y de
colofón una gran interpretación de Los marismeños.
Una sevillana muy grande, incluido en
el disco “Nuestra Andalucía” de 1.977. Seguramente usted ya la
conoce, pero para que vuelva a recrearse con ella aquí se la dejo.
YO SIEMPRE FUI CON
TRIANA.- Otra sevillana grande, también de Los marismeños y también
de la autoría del grandioso Manuel Pareja-Obregón.
No voy a extenderme
mucho sobre ella, ya que es conocida por todo el mundo esa voz que
clama ¡Dejadme aquí, quiero morir con Triana!
Disfruten de ella
UNA PARÁ EN EL
CAMINO.- 1.977 fue un año de gran reivindicación del sentimiento
andaluz, lo que pudo verse reflejado en muchos de los discos de
sevillanas que vieron la luz ese año y por ello no es de extrañar
que el título del disco de Los romeros de la Puebla ese año se
titulara “Y se llama Andalucía”.
En ese disco, además
de la ya reseñada en Sevillanas míticas “Viva mi Andalucía, viva
mi pueblo” destacó especialmente esta sevillana que les traigo
ahora, de gran popularidad en aquel momento, popularidad que ha
perdurado a lo largo de los años ya que se trata de una de las
sevillanas más cantadas en las paradas rocieras.
Una “pará” en
el camino, una guitarra y un cante, una copita de vino y un revuelo
de volantes. Sin lugar a dudas cosas gloriosas.
El autor de la letra
es Oliva y la música, como ustedes ya habrán supuesto, de Moya.
Una sevillana de
referencia que, si usted por alguna extraña circunstancia no conoce,
no debe de perderse.
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