martes, diciembre 22, 2009

LOS TBOS

| |

En aquellos años de tantas penurias a los que me vengo refiriendo, podría parecer que, ya que escaseaba casi todo, era lógico que escasearan también los TBOS, esos cuadernillos que luego más tarde pasaron a denominarse comics, y que hacían entonces y hacen ahora la alegría de chiquillos y no tan chiquillos. Pues bien, nada más lejos de la realidad; los años 50 y 60 fueron años prolíficos en el cómic español, de forma que había excelentes dibujantes que hacían excelentes historietas.

Eran muy celebrados por los chiquillos los TBOS de risa, como solíamos decirles, en contraposición con el TBO más serio o cómic por cuadernillos de entrega semanal. De entre los primeros recuerdo algunas publicaciones como Tiovivo, DDT, Pumby, Pulgarcito y el llamado TBO, que fue el primero de su género y del que tomaron el nombre genérico todos los demás. En sus páginas, personajes que con el tiempo llegaron a ser tremendamente entrañables nos alegraban la existencia: Mortadelo y Filemón, Gordito Relleno, el repórter Tribulete que en todas partes se mete, Petra criada para todo, Don Ángel siseñor, La familia Trapisonda un grupito que es la monda, Doña Urraca, Caramillo, Don Pío, Agamenón, Zipi y Zape, Carpanta con su amigo Protasio, la familia Ulises...

Éstos eran algunos de los personajes que recuerdo de mi más tierna infancia. A ellos se les unieron después personajes hoy tan reconocidos como Angelito, Don Pelmazo, Sir Tim O´theo, Rompetechos, Anacleto, Vázquez, Súper López, Feliciano, Pepe Gotera y Otilio, El botones Sacarino, etc.



De entre los comics más serios, los que venían por cuadernillos de entrega semanal el que más popularidad tenía era el Capitán Trueno, pero había otros muchos, como el Jabato, el Guerrero del Antifaz, Roberto Alcázar y Pedrín, El Cosaco verde, etc. Representaban dentro de su contenido fantástico una excelente referencia para los chiquillos que los leían, ya que todos estos personajes tenían como denominador común el llevar por bandera la verdad, la honradez, la lealtad, la educación, el valor y todas las virtudes en general. Sin duda a muchos de nuestros jóvenes actuales no les vendría mal atiborrarse de lectura de estos ejemplares.



No cabe duda de que fueron buenos momentos para el cómic. Representaban una diversión barata y al alcance de todos, ya que si no podías comprarte TBOS nuevos, tenías hasta la opción de comprar e incluso cambiar TBOS usados. Esto hoy en día sonará a chino a los jóvenes, pero había gente que se dedicaba exclusivamente a este menester y vivía de ello. En mi barrio era a un entrañable personaje llamado Manuel que tenía su puestecillo en una accesoria de una casa de la calle Adriano frente a la capilla del Baratillo. Me referiré a él cuando pase revista a los personajes ineludibles de mi barrio en aquella época.

Todos estos personajes que he nombrado cobraban vida por obra y arte de excelentes dibujantes que han dejado inscrito su nombre con letras de oro en la historia del cómic español. Ibáñez, Peñarroya, Escobar, Vázquez, Cifré, Conti, Sanchís, Gosset, Segura, Nené, Urda, etc.. Sin duda todos los niños de mi generación guardarán un recuerdo entrañable de todos estos maestros que tantas y tantas horas de humor y ratos agradables nos hicieron pasar

Es por esto que he querido rendir aquí un pequeño homenaje a los TBOS, tal cual los conocíamos en aquella época, y de paso a quienes los hacían posible, los dibujantes con su bagaje de personajes y su tremenda creatividad.

Ya sé que dirán que soy un nostálgico, y muchos dirán que no llevo razón, pero digo a voz llena que yo hoy ya no veo TBOS como los de antes. La creatividad e imaginación hoy en día generalmente brillan por su ausencia, y además, los críos prefieren horribles comics de extraños personajes que hacen cosas rarísimas, como el hombre araña, el hombre murciélago, el que se convierte en un monstruo verde, o robots que hacen cosas extrañísimas.

Cuando uno repasa los TBOS antiguos y se da de bruces con la tremenda sencillez de aquellos dibujantes y su imaginación para sacar una sonrisa al lector, cuando no una franca risa abierta, no puede por menos de pensar que no todo lo que evoluciona lo hace positivamente.

1 comentarios:

Actualmente tengo muchos TBO: TBO, DDT, PULGARCITO, PUMBY, Capitán Trueno,
Jabato, Roberto Alcázar, etc...
Tengo un nieto de seis años, y un día para entretenerlo, le di un Mortadelo
y ahora se ha convertido en un lector habitual del mencionado comic.

También, conservo un álbum (completo) de cromos, llamado: De la selva misteriosa a los abismos del mar. El me lo pide, pero en él, se encuentra mucha parte de mi infancia que jamás perdí, a pesar de mis 70 años.

Muchas gracias por traerme a la memoria la felicidad que tanto añoro.-

Publicar un comentario

Custom content