
Todavía
no habíamos podido superar el doloroso trance de la muerte de
Faustino cuando la siniestra parca nuevamente nos sorprendía llevándose a
otro de los nuestros. José María González de Quevedo y Álvarez, más conocido en el mundillo de las sevillanas como el Padre Quevedo, también nos ha dejado. Su
verso puro e inmaculado dirigido...