Un
año más, en vísperas de nuestra grandiosa Semana Santa, repaso
algunas de nuestras mejores sevillanas cofrades, para con ello
descubrir la forma en que cada autor y cada intérprete la entienden,
centrándome esta vez en la producción cofrade del Pali.
Pudiera
parecer que el Pali tiene un amplio repertorio de sevillanas
cofrades, pero sin embargo quien piense éso está totalmente errado.
Lo que verdaderamente ocurre es que las sevillanas cofrades del Pali
tuvieron una amplia repercusión, por tratarse de sevillanas muy
bonitas y quedaron en el recuerdo del público en general.
Vamos
pues a repasarlas todas ellas, puesto que no son tantas, y de paso
iremos desgranando la forma en que El Pali entendía su Semana Santa,
a través de las cofradías y sus imágenes; pero no sólo a través
de ellas, sino incluso a través de sus costaleros, capataces y
saeteros como veremos.
1.975.-
LA TÚNICA DE MI NIÑO. Es ésta la primera sevillana cofrade del
Pali, incluida en su segundo disco, y como no podía ser de otra
forma está dedicada a su Baratillo.
El
Baratillo es una cofradía de barrio, pese a estar su capilla
enclavada en pleno centro de Sevilla; y como suele ocurrir en muchas
cofradías de barrio, los niños son protagonistas. Un niño vestido
de nazareno en brazos de su madre, un niño de monaguillo, un niño con chupe y con varita de
la mano de su padre e incluso un niño que se siente ya lo
suficientemente hombre como para portar un cirio durante toda la
estación penitencial.
Los
niños son, en fin, los que garantizan la continuidad de la devoción
a las imágenes y de la propia hermandad en suma. A esos niños va
dedicada esta bonita sevillana.
1.976.-
YO SOY DONANTE SEÑORA.- Ya he incluido dos veces en este blog esta
sevillana, por lo que no se las traigo de nuevo, aunque la reseño.
Un canto a la Macarena.
1.978.-
MI ARCO DEL POSTIGO.- Dedicada a un sitio emblemático del barrio del
Arenal, como es el Arco del Postigo, pero no por su arquitectura o
por su belleza, sino por ser escenario del paso de diferentes
cofradías trianeras en su itinerario de vuelta desde la Catedral.
Y
el Arco del Postigo se vuelve pena, llanto, gracia y lirio según el
paso que transite por debajo. Un bonito homenaje que incluye al mismo
tiempo una figura arquitectónica de gran valor en nuestra ciudad y
cuatro cofradías trianeras que en su itinerario de vuelta saben que
pasar bajo el Arco es un momento crucial de su deambular por las
calles y por éso lo escogen.
1.979.-
COSTALERO DE TRIANA.- Sevillana muy conocida que ya incluí en el
apartado “Sevillanas antológicas” correspondiente a este año
1.979. Un canto al costalero, a ese costalero que lleva a sus
imágenes por las calles de Sevilla en un acto de generosidad y
devoción infinitas. Y por supuesto, cada costalero tiene una madre
que le dirá “Te vas a hacer daño” “Te vas a fastidiar la
columna para toda la vida”, etc.
“Madre,
no me riñas más”, porque de todas maneras voy a llevar mis
imágenes por las calles de Sevilla, y voy a escuchar los aplausos
del público cuando las meza, y voy en fin, a cumplir con esta
obligación que me he autoimpuesto por amor. Amor a mis hermandad;
amor a mis imágenes; amor a la Semana Santa más bonita del mundo”.
1.981.-
SOÑÉ CON LA MACARENA.- En esta sevillana El Pali sueña con ser de
la centuria romana, nazareno, costalero y donante de flores de la
Macarena. Y el Pali se lo cuenta a su madre.
1.981.-
MADRUGÁ EN CALLE CUNA.- El Pali canta en esta sevillana a un hecho
muy concreto de nuestra Semana Santa que tuvo su particular
importancia como hecho cofrade habitual: Las saetas que el saetero
Pepe Valencia cantaba cada año a su paso por la calle Cuna a sus
queridas imágenes, el Cristo de la Salud de los Gitanos y a la
Virgen de las Angustias.
Ya
escribí también sobre ella en el partado “Sevillanas antológicas”
1,982.-
CAPATACES EN EL CIELO.- En esta sevillana El Pali dedica un homenaje
a cuatro capataces destacados de nuestra Semana Santa. Alfonso
Borrero, capataz de la Macarena y a quien se le atribuye el famoso
grito, santo y seña de los capataces sevillanos, “Al cielo con
ella”. Los Ariza, una dinastía de capataces sevillanos fuertemente
vinculada con el Baratillo. Pepito Rechi, un célebre capataz de la
Carretería. Y por último, un hermano de Alfonso Borrero, Jerónimo,
conocido por su apodo “el cachas” , ya que era un hombre de
fuerte complexión y desarrollada musculatura, vinculado a la Esperanza de
Triana.
1.984.-
A LA VIRGEN DE LA AMARGURA. Una sevillana cofrade de las menos
destacadas del Pali es ésta que dedicó en 1.984 a la Virgen de la
Amargura. Debo de decir que no por menos conocida es en absoluto
menos bonita, ya que a mí personalmente me parece una sevillana
preciosa.
Está
ya muy cerca el Domingo de Ramos de palmas y olivos. Si pasan por San
Juan de la Palma no se sorprendan si ven un revuelo y un resplandor
que baja desde los cielos. Y sorpréndanse menos si abriendo marcha
van por la calle abajo túnicas blancas. Lo dicho: Sevillana muy
bonita.
1,985,-
ROSARIO DE MONTESION.- Sevillana a la Virgen del Rosario de
Monte-Sión, o Montesión como se dice por aquí, o Montensión como
dice el Pali.
No
me extiendo mucho sobre ella porque ya se la he traido con
anterioridad en este blog a todos ustedes.
1.986.-
MADRUGÁ.- Por último va esta sevillana en la que los homenajeados
son cuatro saeteros; pero saeteros de verdad, de aquellos que ya no
se ven. Y desgraciadamente ya no se ven porque desaparecieron.
El
niño Gloria, La niña de la Alfalfa, El viejecito Centeno (Manuel
Centeno) y Pepe Valencia “el gandinguero” (sobrenombre precioso
por cierto).
(Manuel Centeno)
Disfruten
de esta sevillana preciosa donde las haya, y cuando lo hagan no
olviden al genio creador de tanta música de gran calidad, Federico
Alonso Pernía, grandioso músico y todavía mejor persona.
Disfruten
de la Semana Santa. Es la mejor del mundo y sobre ésto si que no hay
duda,