Usted,
sevillano que me lee ¿Nunca ha visto un tren por nuestro muelle?
Probablemente no, porque al menos yo nunca lo vi, ni aun cuando era
un niño, pero si que ví los vestigios del mismo, vestigios que
incluso todavía existen, como el túnel junto al río, debajo del
puente de Triana y otros que han desaparecido como las vías que en mi
niñez todavía podían verse.
Pero
para demostrales que aquel tren existió, aquí les dejo esta foto.
Una
foto singular. Con ella se agolpan en mi mente recuerdos de cuando
era un niño. Esas vías que transcurrían por aquel muelle hacia
aquel túnel donde parecían perderse, no obstante saber que
continuaban su paralela disposisicón más allá. Aquella clase de
geometría que nos decía que dos líneas paralelas son aquellas que
por mucho que se prolonguen nunca llegan a cruzarse; los tremendos
agujeros que había en el muelle, a través de los cuales podía
verse el agua y que nunca supe para qué servían aunque hoy puedo
imaginarlo; aquella pequeña muralla protectora de chinos vistos ,que
rascaban al rozarte con ellos, y que nacía en el Paseo de Colón,
justo al final del puente y que se prolongaba por los jardines hasta
terminar donde empezaba la muralla con bancos intercalados que se
prolongaba hasta el puente de San Telmo para después continuar por
el Paseo de las Delicias; aquella bajada hacia el muelle, por un
acceso frente a calle Adriano que todavía existe...
Y
desde aquel muelle, el puente por debajo, con esos arcos que no
podían verse cuando lo cruzabas. Enfrente, una calle Betis de la que
llamaban la atención esas rampas que te conducían a la orilla, tan
cerca del rio que siempre me dio mucho respeto bajarlas cuando en la
Velá queríamos los niños ver la cucaña muy de cerca, porque ya
desde chico sentía algo de mal de altura.
Luego,
más adelante, recuerdos de aquellas vías que yo no veía desde el muelleporque lo impedía el túnel y de cuando comencé a verlas porque era allí donde los
mozalbetes nos reuníamos a jugar al fútbol, a la orilla del río,
como contaré en un próximo escrito.
No,
yo no alcancé a ver aquel tren, pero si que hemos visto utilizarse
esas vías, aunque quizás muchos sevillanos no lo recuerden o
incluso no lo sepan. Fue con motivo de la Expo y aquí les dejo otra
foto que corrobora lo que digo.
Pues
sí, queridos lectores. En aquel muelle que yo conocí había un
constante trajín de barcos y barquichuelos yendo y viniendo, muchas pilas de sal
y forzudos cargadores que igual hacían un combate de lucha libre cualquier noche que llevaban a
nuestras Sagradas imágenes por las calles de Sevilla durante la Semana Santa.
(Foto de 1940.- Trabajadores limpiando después de una riada)
Hoy
hay una fea escultura que, según dicen, es de un escultor muy
afamado y una zona muy agradable para pasear, pero la esencia de lo
antiguo, de aquello para lo que el lugar fue concebido por ser la
orilla del único río navegable de España, se ha perdido, como
tantas otras cosas se han perdido en Sevilla; cosas que yo intento
traerles a éste su blog.
